Lienzo en blanco, madera natural y azul mediterráneo de las coloridas piezas de Nolla.
El ejercicio era recuperar la esencia historica del edifico, potenciarla y dotarla de la importancia que merecía. El resto de elementos simplemente debían acompañar a la casa. Se ampliaron espacios para que la luz inundara las estancias y se atrajo la naturaleza del entorno al interior.